Recordando a Juan Pablo II

Hoy se cumplen tres años de la muerte del querido Juan Pablo II. Aunque aún sigue muy vivo su recuerdo en todos nosotros, los siguientes recursos pueden ayudarnos a revivir el agradecimiento a Dios por habernos dado el regalo de haber disfrutado de un pastor y de un compañero de viaje en la fe como él.

Vía | auladereli

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3 comentarios

  1. La verdad es que el tiempo pasa muy rápido y aunque 3 años son pocos en comparación con la duración del papado de Juan Pablo II la realidad es que marco nuestras vidas, como creo que ahora también hace Benedicto XVI de una manera más discreta. Recuerdo con especial cariño los días en que murió Juan Pablo II, pues lo vivimos desde el hospital porque coincidió con el nacimiento de Nuestro hijo Juan Pablo.
    Espero que pronto podamos ver su Canonización. Doy Gracias a Dios que nos envía siempre un Papa asistido de su Espíritu.

  2. Tuve la suerte de vivir de cerca la muerte de Juan Pablo II estando en Roma.
    Fue impresionante ver y participar en las kilométicas filas que llenaban las calles de acceso al Vaticano, donde reposaban los restos mortales del Pontífice.
    Nadie quedó al margen, quién estudiaba, quién trabajaba, amas de casa… quién pudo fue a ver al Papa que siempre habían conocido, a quién siempre les había hablado de su propia vida (la de todo hombre y mujer) y del Dios de la Vida.
    Me uno a la acción de gracias por su vida y por el testimonio que nos dejó.

  3. Parece mentira, ya han pasado tres años… No sé si será una impresión personal, pero siento como si Juan Pablo II hubiera marcado de un modo especial nuestra generación (algunos hablan de la “Generación de Juan Pablo II”). Creo que intuyó de modo privilegiado cuáles podían ser los modos de estar en el mundo del cristiano del siglo XXI e hizo sentir muy cercana la presencia de la Iglesia para toda persona. Tuvimos la suerte de sentir precisamente su presencia poco antes de su muerte en el inolvidable encuentro de Cuatro Vientos… Un montón de recuerdos… Doy gracias a Dios por el regalo que nos hizo con su compañía.

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